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Las fechas en los contenidos web, absolutas, por favor (III/III)
Existen muchas formas de no despistar al lector e introducir la fecha en el texto de un post o noticia. En las dos entradas anteriores a esta hemos visto las razones para perder las referencias temporales en un contenido escrito para Internet y que hasta los mejores contenidos pueden venir… ¡sin fecha! En esta entrada vamos a comprobar algunas formas de solucionarlo.
Europa Press y la Agencia EFE, por ejemplo, recurren a poner la data, el día y el mes delante del texto. No ponen el año. El dato sobra cuando eres un medio de comunicación que usa sus servicios o alguien que sigue la actualidad constantemente desde sus webs respectivas, pero se echa de menos cuando se aterriza en una noticia de estos portales mediante una búsqueda por tema. Aún así, la forma en que ponen la fecha es excelente, por cuanto forma parte del texto de la noticia, en un caso con punto y aparte y en el otro con punto y seguido.
Otra forma de hacerlo es ponerlo directamente en el texto. Cuanto más ‘arte’ le echemos, mejor. Si no, el texto tomará aspecto de documento oficial («hoy, 1 de enero de 2012…»). Pero incluso cuando no queda otra que ponerlo así siempre será mejor este recurso a dejar la noticia, reportaje, entrevista… huérfano de un dato que puede resultar clave para interpretarlo con toda exactitud pasado algún tiempo, cuando ‘aterricemos’ en él fuera de su contexto original.
Un ejemplo de esta opción es la página web de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. La página, además, supone el escaparate público del festival, de su gabinete de prensa. Las informaciones que ahí aparecen, por tanto, o han sido objeto de nota de prensa o son susceptibles de terminar en blogs y portales especializados, por lo que en este contexto resulta especialmente interesante facilitar el ‘copypasteo’ (más o menos exacto) de la información, y hacerlo con todas las garantías de que el cuándo permanecerá inalterable.
Algunos ejemplos de cómo está bien hecho los ponen en bandeja el contexto o el comienzo del año. Por ejemplo, la fecha es una información clave cuando estamos ante el fin de un plazo para un objetivo.
En las dos imágenes siguientes es posible ver cómo los datos de ‘situación’ aparecen alejadas del texto de la noticia, que será el que probablemente encontremos lejos de su maqueta original pasado algún tiempo:
El 1 de enero es un momento propicio para poner fechas. Es decir, si un tren atropella a alguien el día de Año Nuevo, la noticia tiene más probabilidades de reflejar la fecha concreta que si es cualquier otro día, en el que la redacción es propensa a solucionar el «cuándo» con un simple «hoy», «esta noche», «esta madrugada», «ayer»…
La práctica que con tanta naturalidad aparece en este día señalado («Desde este 1 de enero de 2013, la empresa Ferrocarriles…») debería extenderse en Internet a todos los contenidos. Al menos, a los de actualidad.
Los medios están plagados de ejemplos de uno y lo otro. De fechas absolutas y de fechas relativas. Cuando alguien se pregunte cuándo tuvo Chavez su cuarta operación o cuándo Hilary Clinton un coágulo; cuando alguien busque esos datos, por ejemplo, en vez de poder comprobar que fue en diciembre de 2012 en la primera noticia que encuentre publicada en la Web, verá que pasó por distintos percances en día muy ‘concretos’: este lunes, hace quince días, el domingo pasado…
Supongo que mucho más ilustrativo que los ejemplos de cómo lo están haciendo los medios es el recuerdo de ese caso concreto que nos encontramos al intentar indagar en un tema, bien porque nos estamos documentando para producir un contenido, bien por simple curiosidad. Personalmente, echo de menos alguna manera normalizada de hacerlo.